Desde las tierras de caza escocesas, nos llega una raza de terrier incansable a la que perfilan características muy reseñables.

Tanto su carácter intrépido e independiente como su alta capacidad para desenvolverse, hacen del scottish terrier, un can ejemplar y apreciado.

Siempre está buscando estrategias, desempeñándolas con rabiosa vitalidad. La energía que emana este can es casi impensable teniendo en cuenta su pequeño tamaño. No es un perro tranquilo precisamente, es un puro nervio.
